Con el propósito de fortalecer los lazos entre la investigación académica y la mejora de las prácticas educativas, el Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE UC) está trabajando en un grupo de investigación avanzada denominado Colaboración Investigación y Práctica para la Mejora Educativa (CIPME), el cual fue presentado en el marco de los Coloquios en Educación UC.
Orígenes y objetivos de CIPME
El grupo CIPME surge como respuesta al trabajo transdisciplinar que está llevando a cabo la Vicerrectoría de Investigación UC, así como a una interrogante planteada por la Comisión de Centros a CEPPE UC: ¿Cómo contribuir más directamente a la práctica educativa? Como indicó la directora del Centro, Magdalena Claro, “este cuestionamiento, sumado a la experiencia de la Alianza Lagar con el Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Gabriela Mistral, motivó la creación de un grupo de investigación orientado a impulsar la reflexión, levantar evidencia y desarrollar líneas de acción para comprender y articular investigación, formación y práctica educativa en nuestra Universidad”, agregó.
El equipo está liderado por Susana Mendive, y cuenta con la participación de Florencia Gómez, Javiera Marfán, y Horacio Solar, todos académicos de la Facultad de Educación UC e investigadores asociados de CEPPE UC. La gestión de este equipo de trabajo está a cargo de Máximo Quiero, coordinador de investigación avanzada del mismo Centro. Su objetivo general es potenciar la capacidad transdisciplinaria de la Facultad de Educación UC, integrando la co-construcción del conocimiento con actores del mundo de la práctica.
La transdisciplina como motor del cambio
Durante el coloquio, Susana Mendive enmarcó la motivación del grupo CIPME en la búsqueda de modelos y condiciones que permitan equilibrar el impacto científico con el impacto educativo de la producción académica. El grupo promueve un modelo de investigación que fomente un diálogo continuo entre teoría y práctica, superando las brechas tradicionales que separan ambos mundos. Este enfoque responde a la necesidad de abordar problemas complejos, como la educación pública, mediante la participación de actores de la comunidad educativa.
Mendive también hizo énfasis en la importancia de la co-creación de conocimiento, subrayando que el trabajo transdisciplinario requiere incluir perspectivas diversas, especialmente de quienes están directamente involucrados en la práctica educativa. Este enfoque, afirmó, no solo enriquece el proceso de investigación, sino que también permite generar soluciones más sostenibles y contextualizadas.
Por su parte, Florencia Gómez profundizó en el concepto de las alianzas de investigación y práctica (Research-Practice Partnerships, RPP), destacando que estas colaboraciones deben ser de largo plazo y estar orientadas a la mejora y transformación educativa. “El proceso educativo no solo debe mejorar en calidad, sino también ofrecer oportunidades de transformación para hacerlo más equitativo y accesible”, explicó Gómez. Además, resaltó la importancia de establecer relaciones de poder más equilibradas entre investigadores y practicantes, fomentando la participación de todos los actores en cada etapa del proceso.
Alianza Lagar
Durante su intervención, Horacio Solar destacó la evolución del trabajo conjunto entre el equipo de investigadores UC y el Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Gabriela Mistral, enfatizando el cambio de paradigma hacia una colaboración más equitativa. Subrayó cómo esta nueva dinámica ha permitido incorporar a los asesores pedagógicos en roles activos dentro del estudio, apuntando a un cambio en las relaciones tradicionales de poder. Solar resaltó los logros alcanzados, como avances significativos en la caracterización del modelo pedagógico del SLEP, y mencionó desafíos clave, entre ellos la necesidad de construir confianza, garantizar financiamiento y tiempos adecuados, y mejorar la comunicación interna. Este enfoque colaborativo, afirmó, no solo ha transformado las prácticas investigativas, sino que también ha abierto oportunidades para generar un impacto social tangible en las comunidades escolares involucradas.
Desafíos y oportunidades
Javiera Marfán se refirió a que los principales desafíos que enfrenta cualquier proceso de colaboración investigación y práctica están dados por la creación de confianza con los actores del mundo educativo, la falta de financiamiento estable y los tiempos prolongados que requiere este tipo de colaboraciones. Sin embargo, estas dificultades también abren oportunidades únicas: generar un impacto directo en comunidades educativas, abrir nuevos espacios de investigación y cambiar paradigmas en la relación entre investigadores y practicantes.
Asimismo, la académica UC subrayó la oportunidad de articular la investigación con problemas reales y concretos, generando soluciones prácticas que impacten tanto en los docentes como en los estudiantes.
¿Qué sigue? CIPME continuará fortaleciendo sus redes y estableciendo debates al interior de la Facultad de Educación UC para consolidar su modelo de acción, buscando siempre integrar la investigación con la práctica educativa.