Con la pandemia del COVID-19, el sistema escolar tuvo que hacer ajustes para poder continuar con los procesos de enseñanza, como fueron los recortes en los objetivos de aprendizaje. Pero, ¿se abrieron, también, posibilidades para repensar la forma en que se imparten los contenidos? En esta nota te contamos.

 

La priorización curricular nació como respuesta a las necesidades educativas de niños, niñas y adolescentes en el contexto de pandemia por COVID-19, dando como sugerencia enfocar la enseñanza en puntos esenciales. “Fue una decisión que comenzó a implementarse el primer semestre de 2020 y que fue planificada hasta 2021. Luego se extendió hasta 2022, pero hoy no tenemos certezas sobre qué va a pasar en adelante”, señaló Carmen Gloria Zúñiga, académica de la Facultad de Educación de la Universidad Católica, en la charla “Desafíos y oportunidades de la priorización curricular”. 

Esto fue parte de los temas tratados en el encuentro realizado el 14 de junio que dio inicio al tercer ciclo de Coloquios en Educación UC, el cual busca dar a conocer la investigación que se realiza al interior de la Facultad y dialogar en torno a estas temáticas.

nota2.3

Una de las grandes críticas dirigidas a la priorización curricular, mencionó la académica, fue que se sacaban objetivos de aprendizaje, pero no se buscaba el desarrollo de habilidades. Desde el Ministerio de Educación la justificación fue que el currículo requiere estructurar situaciones de enseñanza y aprendizaje lo suficientemente variadas y flexibles que permitan al máximo número de estudiantes acceder, en el mayor grado posible al currículo y al conjunto de capacidades que constituyen los objetivos de aprendizaje, esenciales e imprescindibles de la escolaridad (MINEDUC 2017, p 15).

En ese sentido, Zúñiga señaló que “la gran pregunta que surgió dentro de la comunidad de las y los profesores y académicos es si con los objetivos que se mantuvieron, luego del recorte curricular, se pueden desarrollar habilidades.  En el caso de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, para sexto básico, de 27 objetivos de aprendizaje, sólo quedaron seis obligatorios y dos sugeridos. ¿Cómo, entonces, enseño el contenido, de una forma armónica, de tal manera que le haga sentido al estudiante?”, consultó. 

Según la académica la respuesta a esta pregunta tiene que ver con la problematización. “La problematización requiere tres elementos, que son difíciles de conseguir, pero que desde la formación inicial docente y la formación continua debemos apoyar: compromiso estudiantil, generando instancias de motivación y tareas que sean auténticas, es decir, que se parezcan a tareas que puedan realizar en el mundo real. Mediación social, donde la colaboración, coordinación de capacidades individuales para la resolución de problemas se ponga en marcha. Andamiaje y modelamiento, donde los procesos de evaluación formativa son fundamentales”, destacó Carmen Gloria Zúñiga. 

En el caso de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, según la investigadora, durante la pandemia, al no tener un currículum tan abultado, se permitió problematizar los objetivos en el sentido de considerar los contextos y necesidades de las y los estudiantes, la realidad nacional, pero siempre teniendo en cuenta el desarrollo de habilidades, poniendo el foco en el contenido. 

“La priorización curricular nos dio la oportunidad, como docentes, de pararnos en nuestra asignatura, de pensar nuevamente el currículum y de interpretarlo para los objetivos que uno como profesor pretende y persigue”, destacó Zúñiga.

Nuclearización

La reelaboración de dos o más objetivos de aprendizaje, fusionando, integrando y sistematizando sus elementos más relevantes es lo que se denomina nuclearización. El objetivo de esto es “poder abordarlos comprensivamente facilitando la cobertura curricular”, dijo Zúñiga. Sin embargo, para realizar este proceso no se requiere contar con una priorización del currículo “ni es necesario guiarnos un por listado de objetivos de aprendizaje, sino, ver cómo estos se relacionan los unos con los otros para poder problematizar”, destacó. 

nota1

La priorización curricular ofrece oportunidades para indagar sobre la problematización, el desarrollo de habilidades y la integración disciplinar. “Es importante también considerar el interés de los estudiantes con el fin de traer temas que puedan relacionarlos con sus vidas”, puntualizó la académica UC. 

Dicha priorización también ofrece la oportunidad de expandir la autonomía docente, así como la de evaluar la organización del currículo, pero para ello es necesario contar con un fuerte apoyo del equipo de gestión de los colegios “ya que con ellos se tendrá que planificar, analizar e integrar estos contenidos apuntando siempre al desarrollo de habilidades. Pero también es fundamental que desde la formación inicial docente y la formación continua busquemos estos espacios de mejora”, finalizó Carmen Gloria Zúñiga. 

Coloquios en Educación

Por tercer año consecutivo la Facultad de Educación, a través del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación, CEPPE UC; la Dirección de Investigación en Educación UC y el Programa de Doctorado en Educación UC, realizan esta actividad de difusión de la investigación que realizan las y los académicos y estudiantes de Doctorado de la Facultad. 

Justamente, la próxima sesión del martes 5 de julio estará a cargo de María Beatriz Cifuentes, estudiante del programa de postgrado, quien expondrá sobre “Participación en pequeño grupo: equidad y sus barreras”. 

Para inscribirte en esta actividad haz clic acá