Tal y como en una canción, donde distintas notas forman una armonía, la investigación en educación literaria también supone tres notas que dialogan entre ellas: las obras, los actores/as participantes y las prácticas didácticas. Así lo aseguró el académico de la Facultad de Educación de la Universidad Católica, Felipe Munita, quien lideró el coloquio “Leer al lector: Investigaciones en educación literaria” .
Se trata de la segunda actividad de los Coloquios en Educación UC 2021 , que abordan distintas temáticas para impulsar el diálogo sobre investigación educacional, relevando su aporte a las políticas públicas y la mejora educativa. En esta sesión, la literatura fue la protagonista.
Como primera nota de la armonía, las obras son un elemento central en la investigación sobre educación literaria, aseguró el experto. “Los buenos libros enseñan a leer a sus lectores. La descripción cada vez más detallada y profunda de una obra permite una mejor comprensión de los aprendizajes literarios que se ofrecen al lector infantil”.
Un niño o niña que en su primera infancia lee muchos cuentos tradicionales al ingresar a la educación básica ya tendrá claros algunas estructuras y patrones narrativos, explicó. Por ello, “si queremos investigar en educación literaria debemos mirar lo que las obras nos ofrecen para formar a lectoras y lectores en el ámbito escolar”.
Para tener una visión global acerca de la lectura literaria en las escuelas, también se deben conocer las perspectivas y las características del profesorado, dijo Felipe Munita. “Por ejemplo, algunos profesores me han dicho que nunca han sabido muy bien qué hacer con la literatura en el aula, y si la investigación no toma en cuenta estas tensiones, es muy difícil que luego puedan emerger prácticas y metodologías de enseñanza que se orienten a la formación de lectores”.
El experto, también, propuso quitar protagonismo a los discursos pedagógicos deterministas, “donde supuestamente si se aplica esta metodología va a pasar esto, cuando hay muchos otros factores que inciden en esa respuesta”. En ese sentido, explicó, por ejemplo, que los hábitos de lectura del profesorado no necesariamente inciden en su capacidad como mediador de la lectura, aunque sí apuntó a la necesidad de establecer criterios de valoración de las obras en las instituciones educativas.
“Una persona, a pesar de no ser lector empedernido, sí es capaz de sumarse a buenas prácticas consolidadas en un colegio”, aseguró el académico respecto a la tercera nota de la armonía: las prácticas docentes. Por ello, más que mirarlas desde una perspectiva pedagógica, hay que dar un paso más, desde una perspectiva didáctica que se centra en los contenidos y saberes enseñables”.
Al respecto, mencionó que el conocimiento de las prácticas reales en las aulas “favorece la toma de conciencia de la complejidad del aula y favorece también una cierta distancia hacia los discursos deterministas de la enseñanza”. Complejidad similar a una sinfonía, donde cada acorde importa.
Descarga la PPT aquí
Revive el Coloquio 2 aquí:
Inscríbete a los próximos Coloquios en Educación UC:
Martes 2 de noviembre. 17:00 horas
Desafíos de evaluar la docencia universitaria: sesgos y brechas de género
Edgar Valencia. Ph.D in Curriculum Studies and Techer development, Ontario Institute for Studies in Education , University Of Toronto. Profesor Asistente del departamento de Currículo, tecnología y Evaluación, de la Facultad de Educación UC.
Martes 7 de diciembre. 17:00 horas
Verónica García-Lazo. Ph.D Education, University of Auckland New Zeland. Profesora Asistente del Departamento de Didáctica, Facultad de Educación UC.