Entre 2022 y 2024, el Centro de Políticas y Prácticas en Educación, CEPPE UC, y el Centro de Desarrollo Docente, CDDoc, llevaron a cabo un estudio para medir el compromiso social de los estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile. La investigación culminó con la construcción y validación de una escala que permite evaluar la participación social, cívica y las creencias sobre la relación entre el individuo y la sociedad, y con una descripción de los niveles de compromiso social para los estudiantes de la UC en 2023.
Este trabajo responde a la misión formativa de la UC, orientada a que sus estudiantes analicen críticamente las realidades sociales de Chile y se involucren activamente en su transformación. Los resultados de la encuesta reflejan las potencialidades y desafíos del compromiso social en la comunidad estudiantil.
Metodología y equipo investigador
La encuesta se aplicó en dos etapas: entre mayo y junio de 2023 y nuevamente entre agosto y septiembre del mismo año, logrando 602 respuestas mediante una muestra estratificada por carrera y año académico. En la primera, el objetivo principal fue realizar una revisión de literatura nacional e internacional para identificar experiencias de medición del concepto de compromiso social y de otros similares (como compromiso público, involucramiento cívico o responsabilidad social), para construir una encuesta apropiada para el contexto de la UC. Como resultado, se construyó una primera versión del instrumento, el que fue validado por un grupo de expertos y posteriormente aplicado a una muestra de estudiantes de la UC entre mayo y junio de 2023. La segunda etapa tuvo por objetivo analizar psicométricamente el instrumento, así como los resultados obtenidos en el pilotaje. En suma, el estudio elaboró un cuestionario compuesto de tres grandes constructos para medir el compromiso social: compromiso comunitario, compromiso cívico-político y creencias sobre la relación individuo-sociedad.
Este estudio fue una oportunidad para que los equipos de ambas instituciones trabajaran colaborativamente. Desde CEPPE UC participaron Cristóbal Villalobos, Diego Carrasco, Bárbara Díaz, Martín Icaza, Gisella Dibona, Sebastián Pereira, Angélica Bonilla y Catalina Miranda. Por el lado de CDDoc, participaron José Sepúlveda, Paulina Carrillo, Violeta Fernández, Manuel Caire y Raúl Cofré
Principales hallazgos
Los resultados muestran que cerca de un tercio de los estudiantes realiza algún tipo de voluntariado, cerca de un 40% realizan donaciones y que, en general, hay un alto nivel de acuerdo con actitudes comunitarias. Además, alrededor de un 60% participa de alguna organización. No obstante, en este último es importante diferenciar entre organizaciones recreativas (pasatiempos, deportes, culturales, que no necesariamente se orientan al beneficio de otras personas) y organizaciones sociales o políticas –para las cuales la participación es más bajas (9% para el caso de organizaciones de representación estudiantil). Finalmente, solo un 17,2% declaró no sentir un deber con su comunidad.
En este punto, para los autores es llamativa la baja autoeficacia política de los y las participantes de la encuesta. Solo un 38,9% del estudiantado siente que puede influir en cambios políticos a nivel país. Las carreras de Ciencias Sociales, Historia, Derecho y Economía presentan niveles más altos de autoeficacia política, con un 56% y 58% para estas áreas del conocimiento, respectivamente, en comparación con el 31% de los estudiantes de carreras de Ingeniería.
Los resultados anteriores se profundizan si se toma en cuenta las diferencias por género. Una de las escalas de la encuesta sobre participación cívica, de 1 a 5, reveló que las estudiantes obtienen un puntaje promedio mayor que los estudiantes, con 2,67 versus 2,25. Esto se replica para casi todas las escalas analizadas. Además, participan más en campañas sociales a través de símbolos visibles como pañuelos y stickers, con un 35% entre las estudiantes y un 11% entre los estudiantes de género masculino.
Estudiantes de Ingeniería, Salud y Economía tienden a atribuir la pobreza a causas individuales más que estructurales (como las políticas, económicas o sociales). En promedio, solo un 54,9% de los estudiantes encuestados está de acuerdo con que la pobreza se debe a malas políticas económicas, un 67,8% considera que la falta de ayuda económica contribuye a la pobreza y un 61,2% la atribuye a abusos o injusticias económicas. Las puntuaciones promedio en la escala de 1 a 5 fueron 2,86 y 2,71 para las áreas mencionadas, significativamente menores que para sus pares de Humanidades (3,1), Ciencias Naturales (3,13), Ciencias Sociales (3,18) y Educación (3,17). Estas carreras también muestran menores niveles de participación cívica y apoyo a movimientos sociales.
Implicancias para la educación superior
Los resultados reflejan la necesidad de fortalecer tanto el compromiso cívico como la percepción de autoeficacia política entre los estudiantes, dado que ambos aspectos son fundamentales para su desarrollo como ciudadanos activos y críticos. Las diferencias significativas observadas por género y área disciplinar evidencian que no todas las carreras ni grupos de estudiantes experimentan el compromiso social de la misma forma, lo que sugiere que se deben implementar estrategias diferenciadas y adaptadas a las necesidades de cada facultad.
Según los autores, esta información permitirá no solo mejorar las estrategias formativas de la UC, sino también diseñar programas específicos que integren componentes cívicos y sociales en los planes de estudio. La incorporación de metodologías como el Aprendizaje y Servicio (A+S) puede jugar un rol central en el fortalecimiento del vínculo entre la formación académica y la responsabilidad social. En última instancia, el desafío es fomentar en los estudiantes una participación activa, crítica y orientada a la justicia social, contribuyendo así al desarrollo sostenible del país y al fortalecimiento de la democracia.
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