CEPPE UC presentó los resultados de un estudio sobre el proceso de implementación de este instrumento de autoevaluación, caracterizado por la voluntariedad y participación de distintos actores de la comunidad educativa, y que es llevado a cabo por la Agencia de Calidad de la Educación.  

Hasta la Subsecretaría de Educación Parvularia llegó un equipo de CEPPE UC para presentar los resultados y recomendaciones del “Estudio sobre las dinámicas de implementación del Diagnóstico Integral de Desempeño (DID) en salas cuna y jardines infantiles”, realizado por CEPPE UC para la Agencia de Calidad de la Educación.

La investigación tuvo por objetivo describir, analizar y comparar las dinámicas de implementación del DID en jardines infantiles y salas cuna, a partir de las cuales desarrollar estrategias de mejora para sus posteriores ejecuciones.

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El encuentro buscó presentar los principales hallazgos a la Subsecretaria de Educación Parvularia, Claudia Lagos, y a su equipo, para así generar un espacio de diálogo entre dicha institución y la Agencia de Calidad de la Educación. Participaron de esta actividad Ernesto Treviño, Académico de la Facultad de Educación, investigador asociado de CEPPE UC y jefe del proyecto; Cristóbal Villalobos, académico de Educación UC y subdirector de CEPPE UC; Sebastián Pereira, coordinador de estudios de CEPPE UC; y Gisella Dibona, investigadora adjunta de CEPPE UC. También asistieron representantes de la Agencia de Calidad de la Educación, encabezados por su secretario ejecutivo, Gino Cortez.

Durante la actividad, Ernesto Treviño, jefe del proyecto, comentó que “la importancia de la presentación de estos resultados tiene relación con cómo la autoevaluación es una herramienta innovadora y eficaz, que además involucra a toda la comunidad educativa de las salas cunas y jardines infantiles. Además, estos resultados y recomendaciones permiten abrir la discusión y avanzar en los desafíos actuales de este nivel clave en la educación de nuestro país”, señaló.

¿Qué es el DID?

El Diagnóstico Integral de Desempeño (DID) es un proceso de autoevaluación que busca mejorar continuamente el desempeño de los centros educativos que imparten educación parvularia, promoviendo la reflexión y la autoevaluación. A diferencia de otros procesos de la Agencia de Calidad de la Educación, el DID es voluntario y se basa en la autoevaluación. Para ello, se proporciona un conjunto de herramientas para que las comunidades educativas, incluyendo a todos sus miembros, puedan reflexionar y dialogar sobre sus prácticas y procesos de gestión.

El estudio

Para describir las dinámicas de implementación del DID, el estudio tuvo un carácter mixto que consideró tres fases principales. En la primera de ellas se realizó una revisión de experiencias de autoevaluación a nivel internacional, para luego recopilar información cualitativa desde un estudio de casos en 20 centros educativos. Lo anterior se complementó con dos encuestas online – una dirigida a centros que participaron de la implementación y otra para quienes decidieron no participar – con el objetivo de profundizar en sus percepciones con respecto al DID 2023. A diferencia de otras oportunidades, este estudio se realizó durante la implementación del DID

Los resultados

Cuatro grandes resultados destacan del estudio realizado por CEPPE UC.

En primer lugar, y al ser una herramienta nacional orientada a la gestión y mejora de la calidad educativa, es altamente valorada por las comunidades educativas, donde la participación voluntaria en el Diagnóstico alcanzó el 98%. Los actores destacaron que la estructura del DID permite organizar y comunicar experiencias pedagógicas, posicionando la educación parvularia como esencial para el desarrollo integral de los niños y reforzando la labor de los equipos pedagógicos. A través del DID, se promueve la mejora continua y la valoración de la educación parvularia en un sistema fragmentado en busca de convergencia.

En segundo término, el DID es concebido como un proceso voluntario, flexible y adaptado a los contextos de los centros educativos. Sin embargo, en 2023, la participación cercana al 100% no fue del todo voluntaria, ya que los sostenedores insistieron en la necesidad de participar. Este hecho tiene ventajas, como la adopción generalizada del DID, pero también riesgos, como convertirlo en un ejercicio burocrático. En ese sentido, se hace importante encontrar un equilibrio entre fomentar la participación voluntaria y evitar la obligatoriedad que pueda desvirtuar el diagnóstico y la mejora. Aunque los centros realizaron adaptaciones, la mayoría siguió las orientaciones generales, lo que indica la necesidad de personalizar más las directrices según los contextos específicos.

En tercer lugar, la comunicación y difusión del DID hacia los centros educativos fue valorada positivamente por su claridad y diversidad de canales. Los actores apreciaron los distintos medios de apoyo (webinars, sitio web, infografías, call center) que facilitaron la comprensión y aplicación del DID. Sin embargo, se identificaron áreas de mejora, especialmente en la oportunidad de la información. Mejorar el proceso de comunicación de la implementación del DID permitiría a las comunidades educativas prepararse con más tiempo, evitando la presión por cumplir con los plazos y la sobrecarga a fin de año.

Finalmente, aunque el DID ha sido bien evaluado, es necesario ajustar el lenguaje y la semántica empleada para reflejar adecuadamente la realidad de la educación parvularia. Actualmente, el instrumento utiliza conceptos asociados al nivel escolar, lo que no se ajusta o puede parecer lejano a la organización del nivel. Una de las recomendaciones sería alinear el lenguaje del DID con la jerga específica de la educación parvularia y considerar las particularidades de centros educativos pequeños que no cuentan con equipos extendidos. Esta adecuación contribuiría a una mejor identificación y comprensión por parte de los actores y comunidades educativas del nivel parvulario.

Recomendaciones

A partir de estos hallazgos, el estudio señala que el DID está siendo integrado en la educación parvularia y el sistema educativo en general, por lo que la Agencia de Calidad de la Educación debe difundir su importancia y componentes para mejorar este nivel educativo. La colaboración con las familias es crucial, y se recomienda informarles sobre esta herramienta para motivar su participación.

Asimismo, la reciente creación del DID necesita espacios de difusión y participación con diversos actores educativos, utilizando materiales, redes sociales y eventos públicos para presentar y resolver dudas. Junto con ello, es esencial que las comunidades educativas estén informadas sobre los tiempos y objetivos del DID para una adecuada planificación. Finalmente, el DID debe adoptar un lenguaje apropiado para orientar la gestión educativa y articularse con las unidades sostenedoras, convirtiéndose en una herramienta permanente para la mejora continua de la educación parvularia.